Los Aiguamolls del Empordà es uno de las marinas más importantes de Cataluña, junto con el de El Delta del Ebro. Los marjales del Empordà se encuentran en el centro de la región mediterránea y se han creado con el curso final de los ríos Muga y Fluvià en el Alt Empordà, y del Ter y el Daró, en el Baix Empordà.
Historia
Antiguamente los marjales ocupaban toda la plana del litoral del golfo de Roses y del bajo Ter, pero debido a la expansión de la agricultura, la ganadería y los canales de desecación, fueron desapareciendo. También afectó el hecho de que se canalizara la Muga y se construyeran los embalses de Boadella, Sau y Susqueda. Pero cuando realmente se puso en peligro fue con la urbanización de la zona, en la segunda mitad del siglo XX. Por eso en el año 1976 el Grupo de Defensa dels Aiguamolls Empordanesos hizo una campaña alertando de la situación. Actualmente, los marjales del Baix Empordà están protegidos por el Plan de espacios de interés natural (PEIN).
Actividades
Uno de los atractivos principales de los Aiguamolls del Empordà es su flora y fauna. Es por eso que la actividad más recomendable es pasear por todo el parque con unos buenos prismáticos a mano para poder observar de cerca la gran diversidad de la zona. La flora es especialmente atractiva puesto que, debido a los factores ambientales extremos que caracteriza algunas zonas del parque, hay plantas exclusivas difíciles de encontrar en Cataluña.
En cuanto a la fauna, ha mejorado mucho en los últimos años gracias a la protección. Es el caso de la población de invertebrados como las mariposas y los crustáceos, que han aumentado notablemente después de la prohibición de los tratamientos aéreos contra los mosquitos.
Encontramos también poblaciones considerables de peces como la carpa y las anguilas, así como de reptiles y anfibios como los tritones o la tortuga de río.
Los pájaros, de los cuales se han observado 328 especies diferentes, han experimentado un aumento considerable gracias a la constitución de las reservas en el año 1983. Durante la época de migración primaveral, los marjales son el mejor refugio para las aves cuando sopla el viento de tramuntana. Dado que este fuerte viento puede durar días, es muy posible ver flamencos o cigüeñas haciendo un descanso y buscando alimento para después atravesar los Pirineos.
Fotografías: Marc Falcó, Àlex Ollé y www.fotosaeries.com
Texto: Mar Mampel