El día de Todos los Santos Cataluña celebra la Castañada, una tradición popular que gira alrededor de los productos de otoño.
Aunque en los últimos años se está trasladando a la víspera, la Castañada se celebra tradicionalmente el 1 de noviembre, día de Todos los Santos. La fiesta consiste básicamente en comer castañas, panellets (unos dulces típicos de almendra), boniatos y fruta confitada, todo ello acompañado de moscatel, la bebida catalana por excelencia.
Según la tradición, durante la noche previa al día de difuntos los campaneros hacían sonar las campanas de las iglesias prácticamente sin descanso, por lo que se llevaban castañas y vino para reponer fuerzas. Otras versiones relacionan esta celebración con las antiguas comidas funerarias, en las que sólo se servía legumbres, fruta seca y panellets (símbolo entonces de ofrenda a los difuntos).
Sea como sea, actualmente la Castañada es una de las fiestas catalanas más entrañables; se trata de una fiesta en la que amigos y familiares se reúnen, la víspera de Todos los Santos, para cenar y comer los postres típicos.
Además, durante todo el otoño las castañeras venden castañas y boniatos en las calles, envueltos en papel de periódico. La figura de la castañera es muy representativa de la época; una mujer mayor, vestida con ropa humilde de abrigar y con un pañuelo en la cabeza, adorna prácticamente todos los colegios en la semana previa a la Castañada.
Fotografía: Josep Ma. Rosell