Cada año en pleno mes de agosto el barrio de Gracia en Barcelona celebra su fiesta mayor, una de las más bellas, coloridas y animadas de toda Cataluña. Las calles, los balcones y los portales se decoran con serpentinas, motivos e imágenes, convirtiéndolos en verdaderas obras de arte.
Durante todo el año los vecinos de la villa aúnan fuerzas e imaginación para hacer de su calle la más original, llamativa y encantadora, y ganar de este modo el premio a la calle mejor decorada. En cada edición se parte de un tema diferente, como fueron “Roma Antigua” o “Bajo el mar”.
La tradición de decorar las fachadas de las casas es relativamente joven. Se inicia a mediados del siglo XIX, cuando un pequeño núcleo de población campesina experimenta un gran crecimiento y Gràcia se transforma en una villa de artesanos, obreros y pequeños comerciantes que, de los 3.062 habitantes en 1828, aumenta a 61.935 en 1875. Comenzó siendo una fiesta religiosa, pero pronto se convirtió en una celebración cívica con el impulso de numerosas entidades obreras y recreativas, como ateneos o sociedades de baile.
Las fiestas de Gràcia cuentan asimismo con multitud de actividades como actuaciones castelleras, los típicos “gegants”, el “correfoc”, exposiciones, gastronomía, talleres, actividades para niños, danza, teatro, desfiles y conciertos.
Cada año miles de personas pasean por las calles de Gracia, disfrutando del ambiente y, sobre todo, admirando la decoración de sus calles.
Fotografía: www.festamajordegracia.cat/